Viajar a Italia es, para muchas personas, una prioridad al momento de visitar el viejo continente. Eso se debe a que Italia produjo una inmensa emigración hacia varios países de Europa y América.
Esas raíces se manifiestan en el deseo implícito de conocer este pequeño país, en donde las bellezas naturales y culturales parecen no terminar nunca. Pintorescas calles se entrecruzan, formando parte de un paisaje en donde asoman diferentes épocas de la cultura mediterránea.
Italia tiene la ventaja de hacernos sentir como en casa. Sea por el parecido (bien entendido) del idioma, o por las costumbres (muy similares, sobre todo en el sur), Italia nos permite desenvolvernos con mucha más facilidad.
Por si fuera poco, la cocina italiana, ilimitada y con infinidad de opciones, invita al turista a realizar un verdadero tour gastronómico.
Es muy amplio hablar de cocina italiana. Porque cada cocina en Italia cambia en pocos kilómetros, hasta llegar a considerar a cada cocina regional, una cocina diferente.
Así, no es raro pedir en dos ciudades cercanas la misma pasta y descubrir que en cada una tendrá un nombre distinto y características de la región. La Trofie al pesto, un clásico de La Liguria, es en Génova una pequeñísima pasta enrollada servida con un pesto suave preparado con hojas de albahaca de la región. Pero si se pide en Trieste (a solo unos kilómetros) se sirve con pesto mezclado con cubitos de papas hervidas y trocitos de chauchas.
Cuando hablamos de turismo, indefectiblemente hablamos de presupuestos y gastos. Más aún en Europa, en donde el euro marca una importante diferencia.
Viajar por Europa implica considerar varios factores cuando se debe hacer un cálculo de gastos en comida. Partamos de las siguientes consideraciones:
– Si se decide hacer turismo en Europa, es porque se ha logrado acumular con mucho esfuerzo una cantidad de euros limitados disponibles para todo el viaje.
– Europa es y será cara (pero no todo está perdido, siga leyendo).
Bajo estas premisas, es conveniente adoptar ciertas reglas de viaje:
– La primera es calcular de antemano un costo promedio por comida y trasformarlo en euros (o la moneda de país por el que se decida viajar). Esto también es conveniente aplicarlo a los demás gastos, como salidas, hospedaje o boletos de tren.
– Lo segundo (y esto es muy importante para disfrutar el viaje) es, nunca, bajo ningún aspecto, transformar el gasto a la moneda de su país. Siempre viaje con la filosofía de que el dinero alcanza hasta que alcanza, y cuando se termina, es hora de volver. Si piensa que un café le va a salir 4 o 5 veces más que en su país, probablemente no lo disfrute!!!
– No haga caso a quienes dicen que comer en Europa es imposible. Por supuesto que si no sabe a donde ir, todo le saldrá mas caro. Pero, en todos lados ocurre lo mismo y por otro lado, si se planifica un poco, comer en Europa puede ser accesible y muy gratificante.
¿Cómo hacer para comer en Italia cuando hay tantas opciones, todas igualmente deliciosas?
En Italia, ya sea en un elegante y exclusivo restaurante o en una típica taberna, la calidad de la materia prima, el punto de cocción de la pasta, la dosis de salsa o la cocción de los acompañamientos son siempre adecuados. Por supuesto, la calidad del parmigiano y la mozzarella o el sabor del aceite de oliva, juegan a favor al momento de probar los platos más exquisitos.
La mayoría de las veces nuestras opciones serán las tabernas o restaurantes medios. Sin embargo, esto no debe ser motivo de preocupación. Hay péquelos reductos muy accesibles y en los que se come de maravilla.
Veamos que opciones tenemos al momento de almorzar o cenar en Italia. Dejando de lado las cadenas de hamburguesas (que muchas veces son la solución por la que optan los turistas, básicamente porque saben que no van a llevarse una sorpresa) no se deben olvidar los panini italianos (sándwiches), de riquísimos quesos y fiambres, de carne o de verduras como tomate y albahaca, que son siempre una opción sencilla y accesible.
Desde ya (y no está de más decirlo, aunque suene a lugar común), la pizza (clásica al horno, crocante o a la piedra) es otra comida que puede disfrutarse en Italia a precios considerablemente bajos.
Otra opción es la tavola calda (mesa caliente). Estos locales, sin ser restaurantes formales, ofrecen platos donde, bandeja en mano, se puede disfrutar una buena pasta, una ensalada o riquísimas verduras grilladas.
Compartir para ahorrar
Cuando se viaja a otro país, siempre se quieren probar todas la variedades de comidas disponibles. Eso es algo que los europeos han aprendido con el tiempo…
Por eso existen opciones para el turista en donde, por un valor que ronda los 12 a 15 euros por cabeza, se puede compartir platos. De esta manera, muchas veces con 2 platos comen 3 personas, lo que permite lograr un ahorro, probando dos cosas diferentes.
En Florencia, el restaurante “MammaMia” ofrece un menú fijo de 15 euros por persona, que incluye una bruschetta clásica de tomate, una crostata Fiorentina (tostada con paté de hígados de pollo), una pasta con verduras y escalopines al limón, más bebida y café.
Si lo que quiere es, en cambio, permitirse un lujo, pruebe la bistecca alla fiorentina, un bistec de 700 gr. de sabrosa carne de ternera de la mejor selección cocida a la sangre y servida con puré de patatas. Este plato ronda los 50 euros (para compartir).
Si desea algo más elaborado aún, entonces pida los funghi porcini frescos, salteados, más postre y una buena botella de vino, por 78 euros en la elegante Via Tornabuoni.
En Roma, “La Balestra”, tiene la mozzarella de búfala más exquisita del mundo. Pruebe los funghi porcini, su pizza de masa extrafina o la sicoria romana salteada.
En Trieste, la “Hosteria Bandierette”, ofrece deliciosos frutos de mar gratinados, spaghetti con calamaretti (sólo perfumados con el jugo del calamar, únicos) y branzino al horno con papas y zucchine al vapor.
Por supuesto, lo ideal es cenar afuera todas las noches. Sin embargo, al costo económico se le suma que, algunas noches, uno tiene ganas de llegar temprano al hotel, sobre todo después de haber caminado todo el día. En ese caso, los supermercados son una opción a considerar (recomendamos pasar lo más temprano posible, para tener mayor variedad de elección, y evitar muchas veces el típico malhumor italiano, si llega a la hora del cierre…). Dese el gusto de comer un delicioso sándwich de exquisito salamín, jamón crudo o tocino (speck) , con parmesano, mozzarella, berenjenas o aceitunas.
Donde comer en Italia
– Café Ristorante Italia: terraza de un edificio histórico al sol, sobre el agua. Con local amplio y atención amable. Luccio con salsa e polenta, gran fritto de mar y cerveza. Incluye cubierto. Precio: 40 euros, para 2 personas. (Portici Humebrto 5, Malcesine, Lago de Garda)
– Ristorante Pizzería Lorenzo de´Medici: rigatoni con ragú de carne, milanesa de pollo con ensalada, copa de vino y agua. Precio: 11 euros por persona. (Via del Giglio 49-51r, Florencia).
– Hosteria con cucina A Cantina de Mananan: cinque terre, importante porción de spaghettis con pesto, agua mineral grande. Precio: 27 euros para 2 personas. (Via Fieschi, 117, Corniglia)
– Trattoria al Solito Posto: especialidades en cocina véneta. Menús fijos desde 10 euros (Via Santa María in Chiavica, 5, Verona).
– Trattoria Tripoli: fritto misto di mare, ensalada, cerveza. Precio: 38 euros para compartir, cubierto incluido (Piazza Martiri dell Olivetta, Portofino)
– Trattoria al Trebio: bistecca alla Fiorentina, fusilli con ragú de conejo y tagliata fiorentina con porcini, pana cotta.
– Osteria al ecio Forner: pescados fritos, baccalá alla vicentina, baccalá in umido, buñuelos de bacalao, sarde in saor (preparado de aceto, pasas, piñones y especias) (Dorsoduro 671/A, Campo San Vío, Venecia).
– MammaMia: pizzeria, ristorante. Menús desde 15 euros. (Piazza del Mercato, Nuovo 18 R, Florencia)
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